Ante el jefe de Policía, los vecinos del barrio hablaron de
corrupción policial y de ineficacias varias
Un autodenominado “chino-criollo” de 41 años resumió este martes en un castellano chapuceado lo que, a su entender, se vive en la Ciudad Vieja pero también en todo el país: “¿Pol qué tan poca gente y pol qué tanto relajo?”, preguntó. Poco antes, un grupo de vecinos y comerciantes del casco histórico de Montevideo habían narrado ante el jefe de Policía de Montevideo, Diego Fernández, y de autoridades de la Seccional 1ª, un rosario de anécdotas que pintaron a esa zona de la capital como un Bronx en pequeña escala y en sus peores épocas. Dijeron que allí los jóvenes se pudren la cabeza consumiendo pasta base que consiguen en bocas de venta adonde también va a comprar la Policía; hablaron de funcionarios corruptos; de delincuentes que negocian con los funcionarios y de turistas aterrorizados.
(El Obsevador -Uruguay-, Leonardo Pereyra; 09/05/2012)
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