Un día de furia en Mar de Plata por el asesinato de un taxista
Más de cien colegas de la víctima atacaron el patrullero donde estaban los detenidos
El diálogo que el taxista Javier Sampino (32) mantenía con su novia cesó repentinamente, interrumpido por el estruendo seco de un disparo. La chica continuó con el auricular al oído y oyó, sin que mediara ni una sola palabra más del joven, cuando el auto chocaba contra una pared. Sampino había intentado escapar de dos ladrones, quienes le dispararon a través de la ventanilla. La chica, desesperada, avisó a la Policía. El patrullero más cercano estaba a 400 metros del lugar, alcanzó a llegar a tiempo para detener a los asaltantes cuando escapaban a pie y descubrió que uno de ellos estaba armado con una pistola automática. Sampino, con un tiro en el corazón, ya estaba muerto.
(Clarín -Argentina-, Guillermo Villarreal; 20/07/2009)
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